mayo 11, 2009

El peregrino

Dejó las gafas sobre el escritorio y se sentó al borde de la cama. Pudo ver su rostro en el pequeño espejo que colgaba de la puerta. Recordó cuando una por una contaba sus canas. La habitación no había cambiado: todavía estaba la cama de algarrobo, también la colección de mariposas disecadas. Sus huesos crujieron cuando se recostó. Un mapa con países de humedad había devorado el techo. Comprobó que el reloj de la pared seguía funcionando. Aunque le hubiera gustado recorrer la casa entera, prefirió cerrar los ojos y descansar. Escuchó las agujas del reloj con una nitidez sorprendente. El tiempo se detuvo sólo una milésima de segundo y luego continuó su viaje.

2 comentarios:

V a l e n t r i n i t y dijo...

me imagino la película

me gustó mucho

Anónimo dijo...

una otra de terror es buena.
Yo soy Daniel, soy discapacitado me voy un instituto que se llama La casa del Naciente y escribo los cuentos poesía, me corrigen ellos te doy mi blog quienmatoamiperro.blogspot.com poesía madredelanoche.blogspot.com y yo quiero tu opinion