Terminó de hacer el nudo de la corbata, le dio un beso a su esposa y salió. Antes de subir al coche miró hacia su casa: desde la ventana, su mujer saludaba y sonreía. Suspiró, la oportunidad tanto tiempo buscada era ya una certeza en la sonrisa de su esposa. Condujo lento, pensaba en el futuro con emoción: ahora sí, se dijo, ahora sí que se puede. En la oficina, su jefe lo felicitó por el ascenso, él respondió con una amplia sonrisa. Más tarde le comunicó la primera función. Los números del mes no cuadraban y debía despedir a un grupo abultado de personas. Pensó que era una broma, el jefe se puso serio y no hizo falta aclarar nada. Uno a uno los fue llamando y caminaron por el pasillo observados por los demás trabajadores. El verdugo se alejaba con los condenados hacia el patíbulo. Entraron en la sala en la que un día atrás le habían comunicado el ascenso. Cerró la puerta, y se quedó un segundo de espaldas a sus compañeros. Se dio la vuelta y los observó.
Cuando llegó a su casa, la esposa abrió la puerta de repente y lo abrazó. Algo no cuadraba, había cierto brillo en los ojos de su esposo, una alegría extraña que se contradecía con la ausencia de la corbata en la camisa.
Cuando llegó a su casa, la esposa abrió la puerta de repente y lo abrazó. Algo no cuadraba, había cierto brillo en los ojos de su esposo, una alegría extraña que se contradecía con la ausencia de la corbata en la camisa.
8 comentarios:
Los ascensos y los descensos al infierno se parecen demasiado...
(en tus textos casi simpre hay parejas ¿?)
musa sin corbata, pero con moño
Musa son tan querible... incluso cuando introducís tus terribles paréntesis...
Algunos se me estaban quejando de mi inusitada cursilería... hoy acerco textos alejadísimos de la bufarrada y, sin embargo, me dicen lo de "las parejas". No es justo.
ya te han descubierto, Urs!...No hay cómo disimular.
Soltá el arma, las manos sobre la cabeza. Estás acorralado.
Está bien, Z, está bien. Lo acabo de releer, lejos de la vorágine laboral. El final múltiple me gusta, me gusta. Como un protojardindelossenderosquesebifurcan... Sí, está bien. ¿Yo escribí eso? Ah ¿no? ¿fue Z? ¿Quién es Z? A, Z, sí, está bien, eso, sí, está bien.
Morsa, ¿podemos afirmar que nosotros somos unos croto-hombres? Pensalo.
señor morsa, me estoy asustando: qué otro/ s final/ es hay para este texto?
infra musa
Musa, para mí ese final es dos finales. Ahí reside la riqueza del texto.
Unos lectores se sirven de un final, otros de otro, y los que estamos sumidos en la incertidumbre navegamos entre los dos. Un poquito a la deriva, claro, como no podría ser de otra forma...
Publicar un comentario