El primero habla pausado, reconoce que ha vuelto a beber. El segundo, tras sus prominentes gafas, llora lágrimas de alcohol. La tercera, recatada y observadora, traga saliva y confiesa: bebo cuando los niños están en el cole. El cuarto, de inconmensurable pansa, se escamotea detrás de una risita nerviosa hasta que no puede más, cree que nunca podrá dejar el alcohol. Él observa ávido, espera su turno; si tuviera uñas, lo sabe, se las comería.
-¿Y? ¿Cómo fue? –dice el científico.
-Nada, che –responde el robot, cabizbajo–, no pude fingir, ya no sé cómo encajar en esta sociedad.
-¿Y? ¿Cómo fue? –dice el científico.
-Nada, che –responde el robot, cabizbajo–, no pude fingir, ya no sé cómo encajar en esta sociedad.
5 comentarios:
El robotito no se adapta. Pobre, pobre el robotito.
Che, si un día de estos nos vemos, te quiero comentar algo sobre el final...
Es una serie? Mac and Cheese??
Nos vemos en el pasillo.
Me sigue dando pena este robot... ¿este es hermano del payaso, no?
bso
musa
entrañable este personaje que has creado mi kerido ruso cantante de boleros
oh romeo romeo donde estás que no leo...
publique hombre!, o la que se pondrá el bigotito, seré yo!
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