El payaso cierra el estuche, se saca la peluca, la nariz, los zapatos ridículos. Se viste normal. Cuando llega a la oficina intenta limpiarse la lágrima, pero no puede.
...El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un cross a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y "que los eunucos bufen"...
3 comentarios:
Que triste lo del payaso, che. Me hace acordar a la antigua canción:
"lo corrieron de atrás
lo corrieron de atrás
le metieron un palo en culo
pobre señor, pobre señor,
no se lo pudo sacar"
Ah, muy lindo el cuentito
muy bueno.
Casi se me pienta un lagrimón...
No, si en el fondo soy una mina blanda
Muy bueno ;)
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