junio 30, 2008

Secuelas

Luego de tanto errar con los sentimientos intuyó que este nuevo final había sido inevitable, pero tranquilo, sano. Unos años después, se encontraron en aquél sitio y hablaron de trivialidades, recordaron anécdotas graciosas, se rieron. “Te alcanzo con la moto”, dijo él. Cuando se acomodó sintió un ardor en la pantorrilla y reprimió el grito. “Hay que tener cuidado con el escape”, exclamó él sobre el ruido del motor. Ya en su casa miró su pierna y suspiró. Qué cabrón, pensó, tenías que dejarme alguna marca.

junio 28, 2008

Pluriempleado

El payaso se equivoca y envés de una flor saca una calculadora. Por qué, se pregunta, y los niños se ríen tanto.

junio 27, 2008

Pistolita escupe agua

El payaso corre, suda maquillaje y sus piernas casi no tienen fuerza. Dobla la esquina e intenta perderse en un callejón. Ya es tarde, los niños lo tienen acorralado y ahora ruega para que no vuelvan a morderlo.

junio 26, 2008

Matrimonio feliz

-Mi amor, hay un payaso llorando debajo de la cama.
-Sí, ya lo sé, mi vida, siempre estuvo ahí.

junio 25, 2008

Pluriempleo


El payaso cierra el estuche, se saca la peluca, la nariz, los zapatos ridículos. Se viste normal. Cuando llega a la oficina intenta limpiarse la lágrima, pero no puede.

junio 24, 2008

Intento de vida

Sentado en el catre observa la piecita. Vivo en una pensión que es un poco más vieja que yo, se lamenta, y los recuerdos llegan en malón. El temor de la primera noche, las ilusiones de la gran ciudad, los chirridos del catre y una joven señorita que se ríe. No quiere mirar el espejo. Levanta la mano y empuña un arma casi tan vieja como él. Una repentina mueca se apodera de su rostro. Mierda, dice, hace mucho que gatillé.

junio 09, 2008

El que no se escondió se embroma

Aferró su mano al escudo, agachó la cabeza y recordó aquel juego de su infancia. Sonrió. Se bajó del blindado y esperó la orden. Cuando sacó su porra imaginó que llevaba una flor. Quiso reír, pero hizo justamente lo contrario.

junio 06, 2008

El enigma

El detective observó su rostro y no tuvo dudas: el mayordomo lo amaba.

junio 05, 2008

El beso

Ella notó un leve ardor en el estómago; él, satisfecho, se sintió más hombre que nunca. Sin prisas volvieron a la rutina. Tocaba aprender la tabla del dos.

junio 04, 2008

Despiste de semifusa




… y el violín de la primera fila. Sin embargo, pocos repararon en el detalle: la batuta se dejó caer lánguida sobre el muslo derecho del director.


En su casa, dicen, vomitó corcheas, fusas, semifusas y hasta una redonda.

junio 02, 2008

Sobre el abismo

El malabarista, cuchillos al aire, pies firmes en la cuerda y un guiño al público. La gente aplaude. El malabarista, cuchillos al viento, saca una mano y saluda al público. La gente aplaude, algunos se paran. El malabarista, cuchillos al cielo, hace la vertical y sonríe el público. La gente aplaude y grita su nombre. El malabarista practica una voltereta y cae de cabeza sobre la cuerda, sonríe al público. Aplausos y gritos de ¡bravo! El malabarista se cuelga de los dientes, cuchillos que bajan como misiles, y sonríe al público. Gritos de victoria, copiosos aplausos, la gente parada en las butacas. El malabarista baja despacio, pisa la tierra y un cuchillo que se incrusta en su cuello. Sangre, sangre, mucha sangre. El público delira, vitorea su nombre, corre a través de las butacas, aplaude enardecido .

junio 01, 2008

El hijo del leñador

Perfección. Un despiste de semifusa. Y el pianista, en la oscuridad del bosque, cercena su torpe muñeca con aquella sierra oxidada.

Para V